Historia

Los orígenes

Los orígenes de Denia se remontan a la cultura íbera, es en esta época cuando se coloca el “primer ladrillo” de la riqueza histórica de este municipio alicantino que crece a los pies de un monumento de roca como es el monte Montgó, con 753 metros.

Dicha localidad atesora las huellas de íberos, romanos, visigodos y musulmanes. Todas estas civilizaciones desplegaron parte de su grandeza en Denia. Gracias a esto, hoy podemos admirar estas construcciones o sus restos arqueológicos para el disfrute de los visitantes.

En las laderas del Montgó, los arqueólogos se han topado con asentamientos como la Punta de Benimaquia, que data del siglo IV a.C. o el Pico del Águila, cuyos orígenes se sitúan en el siglo IV a I a. C.

Pero la fundación de la ciudad se atribuye a los griegos, pues ellos levantaron una pequeña colonia bautizada como Hemeroskopeion.

Dianium, la Denia romana

La excelente ubicación de la zona en el Mediterráneo muy cerca de la ciudad fenicia de Ibiza y punto de entrada a la península, hizo que los romanos la conquistaran, bautizándola como Dianium.

La nueva urbe alcanzó un gran esplendor gracias a la importancia de su puerto. Entre la primera mitad del siglo I d.C. y mediados del siglo II d.C, Dianium experimenta un gran crecimiento económico con grandes vilas esclavistas dedicadas a la producción de vino y aceite hacia Galia, Liguria y Roma. Esta época es el inicio de la producción de ánforas y azulejos de la villa de la Almadrava. También en esta época se produjo el apogeo urbano de Dianium, cuando se cree que se construyeron edificios de prestigio como termas públicas, un teatro o un circo.

Pero a finales del siglo IV, el Imperio se divide en dos y los bárbaros ocupan Hispania. En el año 472, el imperio de Occidente desaparece y los visigodos pactan con los hispano-romanos la ocupación de le península. Dos siglos después, en el año 624, la provincia bizantina de Spania es conquistada por los visigodos.

Daniya, la época musulmana

Con la llegada del siglo VIII, en medio de una guerra civil, uno de los bandos pacta con un nuevo poder que aparece en el norte de África: el Islam.

Tras años de luchas, pactos y capitulaciones, comienza la islamización y arabización de la península. En el año 713 y tres siglos más tarde se transformó en un poderoso reino taifa, con Daniya como capital. Sus dominios abarcaban las tierras conocidas actualmente como la comarca de la Marina Alta, así como Alicante, parte de Murcia, y las Islas Baleares.

En esta época se construyeron la alcazaba del castillo, una mezquita, baños y ravales fuera de las murallas. Es un momento en el que Daniya hierve de vitalidad cultural y acuña su propia moneda.

La reconquista cristiana: Dénia

En 1238 Jaume I conquista Valencia y años más tarde, en 1244, se expulsó a los musulmanes y el término de Dénia quedó despoblado. A lo largo del siglo XIII se suceden revueltas mudéjares mientras hay intentos fracasados de repoblar el término de Dénia por los musulmanes. Por esa época Dénia pertenece a la Corona de Aragón. Para proteger su gobierno municipal, se construye la torre del Consell, la de les Puces, la torre Roja y la de la Guardia. En 1452, en medio de una guerra con Castilla, los habitantes de Dénia piden dejar de ser villa señorial, petición que hizo eco en Valencia y provocó que ambas ciudades ocuparan el castillo y expulsaran al gobierno.

Durante la trifulca por la sucesión al trono sostenida entre Felipe V y el archiduque Carlos, Denia apostó por este último y como represalia fue arrasada por los partidarios de Felipe V. Se destruyeron infinidad de edificios, se abolieron sus fueros, se demolió la villa vieja y se humillaba constantemente a sus ciudadanos. En 1477, tras intentos de recuperar la señoría del término de Dénia, Diego Gómez de Sandoval y Rojas recibe el castillo y la villa de Dénia. Es en esta época cuando se construyen las ermitas: Santa Paula, Santa Lucía y San Juan. Diego Gómez de Sandoval y Rojas es nombrado primer Marqués de Dénia en 1487. Años más tarde, Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, expulsa a más de 40.000 moriscos a través del puerto de Dénia con destino Orán.

En 1612, Dénia se reconoce como la sexta ciudad del Reino de Valencia. También participó abiertamente en la Guerra de Sucesión en el siglo XVIII apostando por el Archiduque Carlos, que fue proclamado rey en Dénia.

Es el momento de renacer, en 1735 tras los ataques, se construyó una nueva iglesia parroquial y se acabó la iglesia del nuevo convento de San Antonio. Años más tarde, se estableció la Real Orden de Carlos IV para incorporar el puerto, el término y la ciudad de Dénia a la Corona de nuevo en 1804.

Este siglo marca el inicio de la industria de la pasa en Dénia, un comercio que permitió a la ciudad alcanzar su máximo esplendor. Dénia crece y el Castillo se vende a manos privadas que lo convierten en una finca para el cultivo de la pasa.

Se une la ciudad con el puerto, se construye el Teatro Principal, la calle La Mar y los almacenes de Morand. También se construye la Glorieta, y se inaugura la fábrica del gas para la iluminación viaria y de uso doméstico. Dénia es una ciudad moderna con periódicos, casinos, cafés, bancos y teatros, y en 1884 se inaugura la Estación del Norte (actual museo del juguete).

Con la llegada del siglo XX, Dénia deja atrás la industria de la pasa y florecen las fábricas jugueteras que identificarán a la ciudad durante la primera mitad del siglo. Pero la ciudad no es ajena a sus atractivos turísticos y, en los años 60, se convierte en foco del turismo nacional e internacional, industria que aún hoy perdura en la ciudad.